blog de cuestionario completo
. ¿Qué es una leyenda?
Autor: Redacción Ejemplode.com.
Emplee mapas conceptuales para indicar ¿Cuáles son los elementos que conforman el mito y la leyenda?
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Autor: Redacción Ejemplode.com.
Redacte
una leyenda de tu localidad
el gnomo
Las muchachas del lugar volvían
de la fuente con sus cántaros en la cabeza, volvían cantando y riendo con un
ruido y una algazara que sólo pudieran compararse a la alegre algarabía de una
banda de golondrinas cuando revolotean espesas como el granizo alrededor de la
veleta de un campanario.
En el pórtico de la iglesia, y sentado al pie de un enebro, estaba
el tío Gregorio. El tío Gregorio era el más viejecito del lugar: tenía cerca de
noventa navidades, el pelo blanco, la boca de risa, los ojos alegres y las
manos temblonas. De niño fue pastor, de joven soldado; después cultivó una
pequeña heredad, patrimonio de sus padres, hasta que, por último, le faltaron
las fuerzas y se sentó tranquilo a esperar la muerte, que ni temía ni deseaba.
Nadie contaba un chascarrillo con más gracia que él, ni sabía historias más
estupendas, ni traía a cuento tan oportunamente un refrán, una sentencia o un
adagio.
Las muchachas, al verle, apresuraron el paso con ánimo de irle a
hablar, y cuando estuvieron en el pórtico, todas comenzaron a suplicarle que
les contase una historia con que entretener el tiempo que aún faltaba para
hacerse de noche, que no era mucho, pues el sol poniente hería de soslayo la
tierra, y las sombras de los montes se dilataban por momentos a lo largo de la
llanura.
El tío Gregorio escuchó sonriendo la petición de las muchachas,
las cuales, una vez obtenida la promesa de que les refería alguna cosa, dejaron
los cántaros en el suelo, y sentándose a su alrededor formaron un corro, en
cuyo centro quedó el viejecito, que comenzó a hablarles de esta manera:
-No os contaré una historia, porque aunque recuerdo algunas en
este momento, atañen a cosas tan graves, que ni vosotras, que sois unas
locuelas, me prestaríais atención para escucharlas, ni a mí, por lo avanzado de
la tarde, me quedaría espacio para referirlas. Os daré en su lugar un consejo.
-¡Un consejo! -exclamaron las muchachas con aire visible de mal
humor-. ¡Bah!, no es para oír consejos para lo que nos hemos detenido; cuando
nos hagan falta ya nos los dará el señor cura.
-Es -prosiguió el anciano con su habitual sonrisa y su voz cascada
y temblona- que el señor cura acaso no sabría dárosle en esta ocasión tan
oportuna como os lo puede dar el tío Gregorio; porque él, ocupado en sus rezos
y letanías, no habrá echado, como yo, de ver que cada día vais por agua a la
fuente más temprano y volvéis más tarde.
Las muchachas se miraron entre sí con una imperceptible sonrisa de
burla: no faltando algunas de las que estaban colocadas a sus espaldas que se
tocasen la frente con el dedo, acompañando su acción con un gesto
significativo.
-¿Y qué mal encontráis en que nos detengamos en la fuente
charlando un rato con las amigas y vecinas?... -dijo una de ellas-. ¿Andan
acaso chismes en el lugar porque los mozos salen al camino a echarnos flores o
vienen a brindarse para traer nuestros cántaros hasta la entrada del pueblo?
-De todo hay -contestó el viejo a la moza que le había dirigido la
palabra en nombre de sus compañeras-. Las viejas del lugar murmuran de que hoy
vayan las muchachas a loquear y entretenerse a un sitio al cual ellas llegaban
de prisa y temblando a tomar el agua, pues sólo de allí puede traerse; y yo
encuentro mal que perdáis poco a poco el temor que a todos inspira el sitio
donde se halla la fuente, porque podría acontecer que alguna vez os
sorprendiese en él la noche.
El tío Gregorio pronunció estas últimas palabras con un tono tan
lleno de misterio, que las muchachas abrieron los ojos espantadas para mirarle,
y con mezcla de curiosidad y burla tornaron a insistir:
-¡La noche! ¿Pues qué pasa de noche en ese sitio, que tales
aspavientos hacéis y con tan temerosas y oscuras palabras nos habláis de lo que
allí podría acontecernos? ¿Se nos comerán acaso los lobos?
-Cuando el Moncayo se cubre de nieve, los lobos, arrojados de sus
guaridas, bajan en rebaños por su falda, y más de una vez los hemos oído aullar
en horroroso concierto, no sólo en los alrededores de la fuente, sino en las
mismas calles del lugar; pero no son los lobos los huéspedes más terribles del Moncayo:
en sus profundas simas, en sus cumbres solitarias y ásperas, en su hueco seno,
viven unos espíritus diabólicos que durante la noche bajan por sus vertientes
como un enjambre, y pueblan el vacío, y hormiguean en la llanura, y saltan de
roca en roca, juegan entre las aguas o se mecen en las desnudas ramas de los
árboles. Ellos son los que aúllan en las grietas de las peñas; ellos los que
forman y empujan esas inmensas bolas de nieve que bajan rodando desde los altos
picos y arrollan y aplastan cuanto encuentran a su paso; ellos los que llaman
con el granizo a nuestros cristales en las noches de lluvia y corren como
llamas azules y ligeras sobre el haz de los pantanos. Entre estos espíritus
que, arrojados de las llanuras por las bendiciones y los exorcismos de la
Iglesia, han ido a refugiarse a las crestas inaccesibles de las montañas, los
hay de diferente naturaleza y que al parecer a nuestros ojos se revisten de
formas variadas. Los más peligrosos, sin embargo, los que se insinúan con
dulces palabras en el corazón de las jóvenes y las deslumbran con promesas
magníficas, son los gnomos. Los gnomos viven en las entrañas de los montes;
conocen sus caminos subterráneos, y, eternos guardadores de los tesoros que
encierran, velan día y noche junto a los veneros de los metales y las piedras
preciosas. ¿Veis? -prosiguió el viejo señalando con el palo que le servía de
apoyo la cumbre del Moncayo, que se levantaba a su derecha, destacándose oscuro
y gigantesco sobre el cielo violado y brumoso del crepúsculo-, ¿veis esa
inmensa mole coronada aún de nieve?, pues en su seno tienen sus moradas esos
diabólicos espíritus. El palacio que habitan es horroroso y magnífico a la vez.
Autor: by Gustavo Adolfo Bécquer

Redacte un mito de su localidad
El
sacamantecas
La
historia del hombre del saco, que se lleva a los niños metidos en un saco, es
uno de los mitos más conocidos en España. Y sin embargo, resulta no ser tan
leyenda sino que hace referencia a un suceso que ocurrió realmente a finales
del siglo XIX.
Y es que durante esta época se
observaron diferentes casos de hombres que secuestraron y asesinaron a niños
(en otros casos también a mujeres) con el fin de extraer su sangre y lípidos
(las mantecas) para venderlas o utilizarlas como elemento curativo, creyendo que estas partes de los niños contribuían
a curar condiciones como la tuberculosis. Un ejemplo real fue
el de Francisco Leona, el cual junto a su cómplice y su cliente fue condenado a
muerte tras el asesinato de un niño por estas razones.
Entabla diferencias entre mito y leyenda.
1. En qué
se basan
Una de las
diferencias más identificables a partir de las definiciones dadas es en qué se
basa cada tipo de historia. La leyenda está basada en un suceso
histórico real sujeto a la observación directa que posteriormente
se va enriqueciendo y deformando con el tiempo.
El mito,
sin embargo, es una elaboración ficticia creada
directamente desde la fantasía a partir de analogías entre lo real y elementos
simbólicos.
2. Qué
pretenden explicar
Como hemos
podido contemplar, las leyendas y los mitos han tenido tradicionalmente un
objetivo diferente a pesar de ser semejantes en el modo de plantearlo. Las
leyendas suelen pretender mostrar, fomentar o enriquecer un valor, suceso
histórico o personaje reales, teniendo una finalidad más bien educativa. En lo
que respecta al mito, supone un intento de explicar la realidad de una
forma mística, intentando comprender el porqué y el origen de las cosas.
3.
Situación temporal/espacial
Una de las
diferencias más visibles entre mito y leyenda es el contexto temporal o
espacial en el que aparecen. Generalmente, podemos observar que la leyenda se
circunscribe a un momento histórico concreto y real, en un territorio
perceptible como existente o si bien imaginario contextualizado en una parte
del mundo concreta.
En el caso
del mito, el periodo de tiempo o la localización en la cual ocurren los
hechos está situado fuera del mundo real, siendo irreconocible. En
algunos casos se habla del principio de los tiempos o de su final, o se sitúan
en un plano de existencia diferente del nuestro.
4. Tipo de
personajes
El tipo de
personajes que aparecen en el relato también cambia entre mito y leyenda.
Mientras que en la leyenda si bien suelen aparecer también seres ficticios o
sobrenaturales los personajes son seres humanos que han existido o
bien forman parte de pueblos reales, en los mitos los protagonistas son
directamente seres sobrenaturales, dioses o héroes que por norma general no han
tenido representación en el mundo real.
5.
Supuesto origen
Si bien
este aspecto se vincula con el de la situación temporo-espacial, resulta
interesante como diferencia entre mito y leyenda. Estamos hablando del origen
al que se atribuye la historia contada dentro de la propia historia.
Generalmente las leyendas son atribuidas al testimonio de personas que dicen haber vivido o visto el hecho del que se habla, siendo producto de una observación directa de los hechos. Sin embargo, los mitos se refieren a aspectos metafísicos que el hombre no ha podido observar por sí mismo. De este modo, por norma general se atribuye su creación a la transmisión de la información por parte de dioses o espíritus, los cuales han decidido comunicar determinados conocimientos al hombre.
autor:
Fabián Coelho
¿Qué son los recursos literarios?
Los recursos literarios son herramientas que utilizan los autores de literatura para generar ciertos efectos de estilo en sus textos. Puede decirse que se trata usos especiales o poco habituales del lenguaje, diferentes de los usos cotidianos.
Es
posible nombrar los recursos literarios como figuras literarias o figuras retóricas. Son formas no frecuentes de emplear
las palabras: a partir de
ciertas características semánticas, gramaticales o de otro tipo, los términos
se distancian de su uso más corriente.
El objetivo de llevar a cabo el uso de los recursos literarios y de, por tanto, alterar claramente y con absoluta intención las palabras, los tiempos verbales o incluso el significado de aquellas no es otro que conseguir “llamar la atención del lector” y que el texto que tiene delante le sea mucho más expresivo.
Autor: wikipedia.org
¿Qué es un cuento?
es una narración breve
creada por uno o varios autores, basada en hechos reales o ficticios, cuya trama es protagonizada por un grupo
reducido de personajes y con un argumento relativamente sencillo.
El cuento es compartido tanto por vía
oral como escrita; aunque en un principio, lo más común era por tradición oral.
Además, puede dar cuenta de hechos reales o fantásticos pero siempre partiendo
de la base de ser un acto de ficción, o mezcla de ficción con
hechos reales y personajes reales. Suele contener varios personajes que
participan en una sola acción central, y hay quienes opinan que un final
impactante es requisito indispensable de este género. Su objetivo es despertar
una reacción emocional impactante en el lector. Aunque puede ser escrito en
verso, total o parcialmente, de forma general se da en prosa. Se realiza mediante
la intervención de un narrador, y con preponderancia de la narración sobre el
monólogo, el diálogo, o la descripción.
Autor: Redacción Ejemplode.com.

A través de un mapa conceptual indique ¿Cuáles son las partes de un cuento?
¿Qué son los conectores? Y ¿Cómo se clasifican?
¿Cómo
se clasifican los conectores?:
Autor: Dora Luz Muñoz Rincón
Realice 10 oraciones empleando conectores
Me gané la
lotería, por ende renunciaré a mi trabajo.
Compartíamos la habitación, por lo tanto lo conozco muy
bien.
Ingirió
una dosis letal de químicos, por lo tanto no sobrevivió.
Tuvo un
derrame cerebral, no está muy bien en consecuencia.
El fosfato
puede hidrolizarse, y en consecuencia obtener otras
sustancias.
Me
mentiste una vez, por ende, no te creeré más nunca.
Las
sustancias eran altamente inflamables, por consiguiente el
incendio se desató.
Mientras
hablábamos estallaron las bombas, no hay mucho que hacer por
consiguiente.
El
tribunal no levantó la sanción. Iremos todos, pues, a la cárcel.
Las
hormigas poseen un olfato especial, por tanto detectan azúcar
en la distancia.
A través de un mapa
conceptual explique ¿Qué son los adverbios? Y ¿Cómo se clasifican?
Autor: Dora Luz
Muñoz Rincón
Realice 20 oraciones empleando adverbios.
Los niños deberán sentarse detrás de
los adultos.
Claro que quiero continuar jugando.
¿Dónde está la oficina del señor Rodríguez?
Sus palabras son claramente
Mejoraron bastante en comparación al mes anterior.
Se apuraron demasiado a tomar una decisión.
Tu amigo no es nada simpático.
Ojalá lleguen a un acuerdo.
El perro camina detrás de su
amo.
La junta se reúne asiduamente para
resolver los problemas de la comunidad.
No quiero hablar contigo.
Inició la pelea a propósito para
crear una distracción.
Esta película es más
¿Cuándo se vieron por última vez?
Limpió la cocina después de
terminar de cocinar.
No se preocupes, resolverán los problemas fácilmente.
Tu madre es una persona muy .
Indudablemente, son el uno para el otro.
Cada idea que se nos ocurre es peor que
la anterior.
Lleva al perro afuera
Ese hombre es extremadamente
¿Qué es una crónica?
La crónica es un tipo de narración que
presenta los eventos en forma cronológica, e intenta ser lo más explicativa y
objetiva posible respecto de un tema sobre el que se narra.
Una crónica relata y
transmite los acontecimientos de modo secuencial, con el objetivo de introducir
y transmitir al lector los hechos narrados.
Se pueden hacer crónicas cortas sobre una película, un acontecimiento histórico, un libro, un hecho en particular, etc. El ejemplo más conocido de una crónica, podría ser el relato de la Biblia puesto que relata cronológicamente acontecimientos ocurridos en la antigüedad.
Autor: wikipedia.org
Redacte el ejemplo de una crónica.
Después de leer tanto a Cortázar,
Buenos Aires se hace conocida. O al menos una especie de Buenos Aires:
afrancesada, de cafés, de librerías y pasajes, con toda la magia que este autor
argentino le imprimió desde el exilio.
Y es que Cortázar optó por la
nacionalidad francesa en 1981, como una protesta por la dictadura militar que
asolaba a su país, del que había partido, enemistado con el peronismo, décadas
antes. Podría decirse que, despojado de la presencia real de su ciudad, el
autor de Rayuela procedió justamente a crearse su propia
ciudad, a partir del recuerdo, la añoranza y las lecturas. A ello se debe que
sus personajes nunca hablaran como la Buenos Aires contemporánea, a la que
volvió en 1983 cuando volvió la democracia, sino como aquella remota Buenos
Aires que había dejado atrás cuando joven.
Para un lector de Cortázar como yo,
español de nacimiento, Buenos Aires tenía esa aura mágica y paradójica de la
vida real. No es así, desde luego, o no exactamente así. La capital argentina
es, ciertamente, una ciudad encantadora, de cafés y pasajes, de librerías y
marquesinas.
Lo comprobé cuando la pisé por primera
vez en 2016. Iba en unas brevísimas vacaciones, por apenas tres días, pero
tenía una misión secreta en mi interior: reconstruir la ciudad de Cortázar a
medida que la caminara. Quise pisar los mismos lugares que el cronopio, quise
tomar los mismos cafés que él tomara y mirar con sus ojos la calle, guiándome
por su obra maravillosa. Pero claro, no todo sale como uno se lo esperaría.
El tránsito entre el aeropuerto y la
ciudad fue sombrío, a medianoche, a pesar de las luces por doquier. Desde el
avión había visto la ciudad como un retablo de luz, una cuadrícula encendida
que irrumpía en la negrura vasta pampeana. Podría haberme dormido durante la
mayor parte de trayecto, víctima del jet lag, de no ser porque
corría el riesgo de despertar, como el protagonista de “La noche boca arriba”
en algún otro lugar, y perderme mi llegada a la capital suramericana.
Bajé del taxi a las dos de la mañana.
El hotel, ubicado en Callao y Santa Fe, lucía tranquilo pero concurrido, como
si nadie se enterase a pesar de la hora de que debía dormir. Una ciudad
alucinada, insomne, muy cónsona con la obra cortazariana, pródiga en desvelos.
La arquitectura a mi alrededor parecía arrancada de la Europa que había dejado
en casa unas doce horas atrás. Entré al hotel y me dispuse a dormir.
¿Qué son los adjetivos?
Los adjetivos son las palabras que complementan al sustantivo, lo acompañan y proporcionan información de éste, como sus propiedades y características. Cualquier particularidad que podamos decir sobre un sustantivo, será un adjetivo. Es muy fácil. Imagina una pelota: su color, su tamaño, su forma, a quién pertenece. Todos ellos son adjetivos.
Autor: wikipedia.org
¿Cómo se clasifican los adjetivos?
Los adjetivos pueden ser:
Los adjetivos numerales pueden ser:
– Numeral cardinal: indican un número
determinado, que puede ser de cantidad, orden, fracción o múltiplo de una
cantidad.
Ejemplo
– Numeral multiplicativo o múltiplos: agrega al sustantivo la idea de veces.
Ejemplo
– Numeral partitivo: agrega al
sustantivo la idea de parte de una unidad.
Ejemplo
autor: icarito
Elabore 15 oraciones empleando adjetivos.
Compraron veinte litros de
combustible. (Numeral cardinal)
El parque era enorme y hermoso.
(Calificativos)
Aplique una compresa fría a la
herida. (Calificativo)
Este es el camino más (Demostrativo y
calificativo)
Esos pantalones son míos.
(Demostrativo y posesivo)
Compraron una escalera más. (Calificativo)
La película cuenta la historia de una mujer aventurera.
(Calificativo)
Tomaron una decisión prudente.
(Calificativo)
El director es argentino.
(Gentilicio)
Es una historia espeluznante.
(Calificativo)
La ropa aún está húmeda.
(Calificativo)
Esta es la primera presentación.
(numeral ordinal)
Necesito una falda nueva.
(Calificativo)
Las sábanas azules son mías.
(Calificativo y posesivo)
¿Qué son los recursos lingüísticos y paralingüísticos?
Los recursos lingüísticos son elementos que emplea el escritor para producir textos que resulten de interés para el lector. Por lo general,
estos recursos suelen ser
asociados con la literatura. ... También están los que se utilizan para dar énfasis al texto, tales como la
reiteración y el asíndeton.
Autor: wikipedia.org
Autor: Fabricio
Garcia
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